09 abril 2014

La visita de las abubillas

Hace un año recibimos la visita de unos vecinos excepcionales: una pareja de abubillas vino a pasar el invierno a esta zona de Madrid y durante un par de días estuvieron atiborrándose a larvas de escarabajo en nuestro jardín... este invierno yo ya estaba preparado esperando su posible vuelta, y todos los días miraba a ver si aparecían: nada. Ya habían pasado algunos meses y las daba por perdidas, hasta que una mañana...

-¡Huup huup huup!- el canto de la abubilla (Upupa epops)... me asomé por la ventana y allí estaba tan tranquila, un año después

 Me bajé corriendo a toda velocidad al jardín para ver si me dejaba acercarme desde abajo... ¿Aguantará? ¡Y tanto! Como puedes ver, llegué a estar debajo del arbolito en el que estaba posada sin que se molestara: esta superconfianza es debida a que estos animales vienen del norte de Europa, donde no se persigue y ataca a los pajarillos como hacemos aquí. El fondo amarillo es el edificio de atrás con la primera luz del día

 Después de estar un buen rato, me subí otra vez a casa para hacerle unos vídeos desde arriba: y en uno de estos vídeos: ¡Zas! De repente abre las alas y estira la cresta, enseñando todo su plumaje espectacular

Y entonces baja las alas para estirarlas: ¡no me podía creer! Por casualidad justo antes le había dado al botón de grabar, vaya suerte. Aquí puedes ver sus increíbles colores de tablero de ajedrez

Al atardecer volví a escuchar su canto: allí estaba otra vez, pero pasaba algo, se la veía nerviosa, como si estuviera persiguiendo algo ...

¡Lo que perseguía era otra abubilla! ¡Y otra más! Resulta que había hasta 3 revoloteando por el jardín

La verdad es que es algo triste ver a unos animales tan bonitos en un escenario tan horrible, con los grafitis al fondo y el cemento del suelo, pero demuestra que nuestras ciudades ofrecen mucha protección y alimento a las aves

Volví a bajar y vaya si disfruté con las idas y venidas de las abubillas... este pariente de los abejarucos recibe su nombre del canto tan característico. De hecho, en latín se llama Upupa y en inglés Hoopoe

Estaba picoteando el suelo para sacar una tremenda cantidad de larvas de escarabajitos que se merendaba... en las creencias tradicionales se creía que si veías una abubilla picando en el suelo, es que debajo había una fuente de agua. ¡Visto el tiempo que estuvo, me da a mí que tenemos un manantial debajo del jardín!

En esta foto puedes ver su preciosa cresta, que cuando está plegada no parece gran cosa, pero en realidad consta de nada menos que 28 plumas 

Curiosamente se le atribuyen a la abubilla propiedades curativas, las leyendas populares dicen que pueden curar el dolor de cabeza, la pérdida de memoria y otras muchas molestias

Incluso se creía que si la abubilla cantaba antes de prensar las uvas, iba a ser una buena vendimia... ¡no les falta de nada a las abubillas!

Lo que sí que es cierto de las abubillas es que tienen una gran inteligencia: cuando están criando traen un montón de despojos malolientes y secretan una sustancia de una glándula especial en el agujero donde crían... su nido huele realmente mal. En principio se pensó que era para disuadir a los depredadores por el olor, pero en realidad para los carnívoros los olores fuertes son atrayentes: nadie está muy seguro de por qué tienen las abubillas esta costumbre, pero estoy convencido de que tienen un muy buen motivo para hacerlo

Uno de los días vinieron muy prontito, antes de que anocheciera, así que les pude hacer un montón de fotos con la mejor luz... la verdad es que la gente se me quedaba mirando con cara rara al verme ahí tirado en el jardín con la cámara, pero las fotos a ras de suelo bien lo valen, jejejeje

Y termino esta monográfica con mi foto favorita: el instante en que la abubilla impulsa su escarabajito hacia dentro para tragárselo

Y tan pronto como llegaron, las 3 abubillas se fueron, seguramente para volver al norte donde pasarán estos meses reponiendo fuerzas... ¡para volver el año que viene!

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