29 mayo 2015

El ave arcoiris - ¡¡el abejaruco!!

Tradicionalmente se divide el año en 12 meses, con sus respectivos nombres aburridos - bej... para mí hay un sistema mejor de diferenciar el año: una mitad se llama "etapa de no abejarucos", que es todo el largo y triste invierno, y cuando llega el buen tiempo empieza la otra: ¡"etapa de abejarucos"! 
¡Y por supuesto, acaba de empezar la "época de abejarucos" 2015!

¡Y aquí están! Los abejarucos europeos (Merops apiaster) han vuelto de pasar todo el invierno en África. Han llegado a Madrid para criar, y tuve la hermosa oportunidad de fotografiarlos la semana pasada... 


¡Pero uno no contrata los abejarucos para que posen! De hecho a mí es uno de los animales que más me cuesta fotografiar, y mira que lo intento... 
El mejor sitio siempre es algún gran árbol seco desde el que vigilan el territorio y se lanzan a cazar. Por suerte, aquí el árbol estaba bajo: allí me puse con mi red de camuflaje - ¡funcionó! Y los chopos a lo lejos daban un fondo bonito, el espectáculo estaba servido

¡Wow, la actividad era frenética! No quitaban la vista de los insectos ni un segundo. Cuando un desafortunado bichito es localizado, ya no tiene nada que hacer... el vuelo del abejaruco es tan rápido que lo captura en el aire, para volver a su ramita y prepararlo: 
las abejas tienen que ser golpeadas para aturdirlas y que no piquen, y por si acaso las frotan contra la rama para que suelten todo el veneno


Pero desde luego que no solo comen abejas, y si no que se lo digan a esta pobre mosca... si ya es difícil coger moscas cuando están posadas en una mesa, ¡imagínate perseguirla cuando vuela!
Eso sí, debe estar deliciosa: el abejaruco la mira como diciendo "mmmm... ¡qué rica va a estar!"


¡Uy! Un espontáneo... aquí puedes ver la comparación de tamaño entre el abejaruco y un pequeño jilguero (Carduelis carduelis)

Un abejaruco llega con un bichín recién capturado: ahora se preparará para comérselo...

 ... ¿o no? ¿qué hace?

¡Hala, hala! Pobre abejaruco posado, ¿qué le está pasando al que acaba de llegar? 

Resulta que el que acababa de llegar era el macho, ¡y le quería dar el insecto a la hembra! Como están preparándose para la cría, tiene que demostrarle que es un buen cazador y que podrá alimentar a los pollitos - ¡una escena inolvidable!

 Pero no todo es lo que parece en la temporada de cría. Los abejarucos crían excavando túneles en los bancos de arena, pero no es fácil sacar adelante los 6 huevos que suelen poner. Así que algunos abejarucos se pasan al lado oscuro de la ley: ¡se vuelven ladrones! Esperan a que lleguen a la colonia otros con comida, ¡y entonces les atacan para quitarles lo que estaban trayendo!
Otros son más perezosos: una hembra puede colarse en el nido de otra ¡y poner sus propios huevos para que se los incuben y cuiden! 

-¿Cómo dices?-
Bueno, normalmente la mayoría son más pacíficos, y lo que hacen es ayudarse entre sí: algunos nidos tienen ayudantes, abejarucos que no están criando y que en su lugar colaboran trayendo comida al nido de otro.
Eso sí, en otras especies de abejarucos, el tema de reclutar ayudantes es más serio... cuando una pareja necesita un ayudante y no hay ninguno disponible, pueden boicotear el nido de otro y que así no le quede más remedio que colaborar. Se llegan a colocar en la entrada del túnel, bloqueándolo para que no entren los padres originales

 La mañana seguía avanzando, y yo decidí acercarme un poco al árbol ahora que ya tenía aseguradas unas cuantas fotos: ¡ahora sí que estaban cerca! 

Y este fue el último que fotografié esa mañana. Para cuando me quise dar cuenta, ya era pleno medio día y teníamos que irnos. Pero uf, ¡vaya si volveremos!

¿Y es que cómo no me van a gustar estos bichos? Si es que, después de todo, ahora que estamos en la "etapa de abejarucos", ¡voy a tener que cambiar el título del blog a "Abejarucos, abejarucos... y de vez en cuando algún que otro animal"!

22 mayo 2015

Nuevo documental: El año de la abubilla (parte I)

Bueno, pues por fin, por fin, por fin, ha llegado el día en que he terminado el documental. A lo largo de estos últimos años nos ha tocado la lotería de recibir un montón de visitas de nuestras amigas las abubillas. Han sido tantos encuentros que las filmaciones que he hecho me han dado para editar una pequeña historia siguiendo el ciclo de un año en la vida de las abubillas. ¿Y el título? ¡"El año de la abubilla"! ¿Original, eh?



En cualquier caso, ya está subida la la primera parte del documental, el episodio "Invierno" que va sobre las abubillas que llegan a Madrid en los meses más fríos desde el norte.


Comienza con la llegada de una solitaria abubilla desde el norte de Europa - normalmente en invierno las abubillas emigran a África hasta la primavera. Pero en el bosque hay tantas larvas de escarabajos que se puede permitir quedarse aquí... ¡o eso cree! Porque no es la única que se ha enterado de las larvas. 
Cuando empiece a escasear el suministro de comida, tendrá que tomar una decisión para poder encontrar larvas de nuevo: ¿sobrevivirá cuando se agote la comida del bosque? ¿volverá la abubilla al norte en primavera?

¡He aquí la respuesta! 

15 mayo 2015

El herrerillo en vuelo - making of: historia de una foto

Era un 19 de diciembre, un día como cualquier otro. Había llegado a casa un poco antes de lo normal, y al comedero de la ventana le daba una luz especial que no suelo ver - era una mañana espléndida de invierno, y estaban todos los pajaritos viniendo a ponerse las botas. Poco me imaginaba yo que en apenas un cuarto de hora iba a tener esta foto en la tarjeta:

Si me lo llegan a decir, habría pensado que era una broma... ¿un herrerillo (Parus caeruleus) congelado en pleno vuelo?

Todo empezó un cuarto de hora antes, cuando me senté en la ventana y vi cómo empezaban a llegar los pajarines a la comida:

 El primero en llegar es siempre el valiente carbonero garrapinos (Parus ater), pariente pequeño del herrerillo

Tampoco tarda en llegar el carbonero (Parus major). Esta hembra en particular es adorable, está totalmente confiada y me permite observar todos sus comportamientos y personalidad

Cuando los gorriones (Passer domesticus) se enteran de que hay comida, ¡ya no hay quien les eche!

¡La cosa se va animando! Al pobre garrapinos no le queda de otra que esperar discretamente a que terminen de pelearse los gorriones

La actividad es frenética, así que voy corriendo a poner el 300 f4, que es un objetivo un poco más luminoso y me permite velocidades más rápidas para congelar el movimiento: tengo en mente intentar pillar algún pajarín en vuelo cuando se acercan al comedero. 

Primer problema: ¡en cuanto me preparo, dejan de venir!
Y cuando vuelven a acercarse...
Segundo problema: todas desenfocadas. Como vuelan tan rápido, no puedo seguirles con el autofoco, así que tengo que jugármela y dejar un punto al azar enfocado, confiar en que pasen por ahí y la foto entre en el momento exacto... y claro, las posibilidades son de 1 sobre... ¡bueno, muy pocas!

Tercer problema: ¡el encuadre! El 300 será un objetivo más luminoso, pero tiene más zoom, y como estoy disparando "a ciegas", la trayectoria de los pájaros les desvía de mi encuadre, y muchas salen cortadas

Todo esto no es nuevo, claro, ya me imaginaba que serían todas carne de papelera de reciclaje... no tenía muchas esperanzas, pero al menos estaba pasando un rato entretenido poniendo a prueba los reflejos. Y justo entonces:

 "¡Uy, mira quién anda por aquí! ¡Si es el herrerillo! Hala, y encima es un macho con todos los colores saturaditos... ¡pillar a éste en vuelo sí que sería una pasada!"

Y es que no todos los herrerillos son iguales. Aquí ves a otro individuo más apagado de colores.

Pero el que había llegado estaba en todo su esplendor. La cosa se pone interesante...

Ronda 1. Preenfoco un punto medio entre la ramita a la que viene y el árbol del que sale... contener respiración y disparar ráfaga. Ya te imaginas lo que viene, ¿no?

¡Desenfocado! No iba a ser tan fácil... 

"¡Pero serás #@&#*#$! Ahora se queda ahí, mirándome tan feliz... grrrr"

Pero un gorrión lo espantó antes de que pudiera terminar de comer... y volvió al árbol, con ganas de querer volar otra vez. ¿y si...?

Ronda 2. ¡Punto aleatorio enfocado, y el herrerillo parece que quiere venir!

Click, click... apenas dos fotos. "No te hagas ilusiones, no te hagas ilusiones..." me digo cuando le doy al botón de "ver imágenes"

"Uy va... pues sí, sí ha entrado...¡¡yuhuuu!!" ¡La alegría fue tremenda! 

Esta foto es una dosmilésima de segundo en la vida del herrerillo - ¡pero para mí esa dosmilésima es como toda una vida! Muchas veces verás fotos de pájaros en vuelo, pero el 99% están hechas con sensores de movimiento y flashes. Yo hasta ese 19 de diciembre pensaba que solo se podían hacer fotos decentes de esa manera, y apenas lo había intentado. ¡No cometas mi error! No hacen falta barreras de infrarrojos ni historias, solamente paciencia, un poco de suerte... ¡y ganas de captar la naturaleza al natural, sin artificios! 

07 mayo 2015

El dragón del Nilo

Como no sólo de aves vive el fotógrafo, aprovecho este breve post para cambiar de tercio y subir unas fotos que me traen un recuerdo maravilloso del verano de 2012: uno de los animales más alucinantes que todavía (y por suerte) habitan este planeta:

Este imponente dragón vive en toda África, pero yo lo encontré en la reserva de Samburu, en el centro de Kenya... y en este paraíso, a las orillas del imponente río Ewaso Nyiro, ¡vive el varano del Nilo! 

Fíjate qué maravilla de criatura: el varano del Nilo (Varanus niloticus) en todo su esplendor: éste mediría algo más de medio metro, pero pueden llegar a los 2m

Aquí le ves proyectando su lengua bífida para olfatear los alrededores. Este formidable reptil tiene las mayores puestas de huevos de cualquier lagarto, nada menos que 60 huevos... ¡y además los ponen en el interior de los gigantescos termiteros de la sabana! 

Fíjate qué coraza: el diseño es geométricamente perfecto

El varano patrullando en la orilla del río... son depredadores oportunistas pero también muy fieros, y pueden asociarse con otros animales para colaborar y conseguir comida

Y allí dejamos al varano, viviendo libre en las orillas del Ewaso Nyiro. Por desgracia, no todos los varanos pueden disfrutar de esta libertad: muchos son criados en cautividad como mascotas. 
Si verdaderamente amas a los animales, no los traigas a tu hogar: haz el sacrificio de viajar a su hogar - ¡la satisfacción de verlos salvajes es incomparable! 

01 mayo 2015

Sobre el martín pescador... curiosidades y "truquillos fotográficos"

Bueno, pues por esta vez me voy a saltar el habitual párrafo de halagos al martín pescador (Alcedo atthis) porque ya os imagináis que es un animal excepcional, único, y una maravilla de ver toda una joya. Así que sin más dilación aquí os enseño algunas fotos de una pareja que vive en la Casa de Campo de Madrid, con algunas "reflexiones fotográficas" fuera de lo ortodoxo (jiji)

¡Hala, toma despliegue de color! Y es que pocas aves en Europa tienen este colorido. Pero en realidad es una ilusión óptica. Al parecer, las plumas son en realidad de color marrón, pero tienen unas microestructuras que hacen que sólo esas reflejen longitudes de onda azul eléctrico que vemos 

Si quieres saber si es martín o martina, la clave es el pico: éste lo tiene completamente negro, es el macho 

Pero éste tiene la base roja: es la hembra (también suelen ser de un color ligeramente más apagado)

 No le llaman "pescador" por casualidad... su comida son los ricos peces que nadan bajo la superficie. Pero capturarlos no es fácil: la refracción del agua es engañosa, y el martín sabe que los peces están más abajo de lo que parece, y son más pequeños...

...pero va a necesitar más que eso: necesita unos ojos especiales. 
Lo alucinante es que tienen dos foveas (zona de máxima precisión del ojo) por ojo, los humanos tenemos sólo una. Las foveas frontales de cada ojo localizan al pez: ahora sube y baja el cuello para triangular dónde está realmente. Cuando está seguro...

...¡zas! Se impulsa hacia la superficie... 

Pero al entrar, el agua ofrece resistencia, y reduce 200 veces su velocidad. Por suerte toda su forma es hidrodinámica. ¿Sabías que en Japón remodelaron un tren-bala con la forma del pico del martín para que fuera más eficiente? ¡Y funcionó!

Los peces no son tontos, e intentan huir, pero para eso tiene la 2ª fovea lateral: le permite girar la cabeza a tiempo para cogerlo

¡y vuelve victorioso a su ramita! Es un sistema que. con buena visibilidad y condiciones, es virtualmente infalible. Hay días que les he visto zambullirse decenas de veces sin fallar ni una

¡Y claro, vista la belleza de semejante animal, nadie podemos contener las ganas de intentar fotografiarlo! Pero el martín puede ser tímido ante las cámaras:

¡Así que hace falta "desaparecer"! Aquí ves a mi amigo Roberto una mañana que fuimos a visitar al martín... no hace falta dejarse los cuartos en mega-hides prefabricados. Este sistema funciona de maravilla si estás inmóvil, una tela de camuflaje con un agujerito para sacar la cámara y otro para mirar: ¡precio total, 15€!

 Pero claro, luego hay martines y martines. Y es que aquí esta martina rompe todos los esquemas- ¡como puedes ver, le da igual que haya un satisfecho fotógrafo a 4m!

Una vez consigues tener el martín delante (que no es tarea fácil), se abre un abanico enorme de posibilidades para fotografiarlo:
Ésta es la típica imagen que uno busca: cerca, bien enfocado, con un fondo uniforme y una luz suave. 
La satisfacción cuando lo consigues es genial, ¡pero no te quedes en eso!

Las fotos "técnicamente perfectas" están todas en Google Imágenes: lo apasionante es captar tu visión personal del martín. 
Una forma es con la luz: este macho posó a última hora de una tarde de invierno, esos rayos apenas duraron 5 minutos, pero le dan a la escena un "carácter" único

Un contraluz puede ayudarte a crear otro ambiente totalmente distinto

Procura evitar el flash si es posible. Aquí ves que yo lo utilicé, y genera unos reflejos extraños en el plumaje del martín, que no se corresponden con lo que en realidad ves. 
A veces no queda de otra, como cuando hay fuertes contraluces, pero un destello demasiado potente puede suponer el fin de ese avistamiento martinil. ¡Por suerte ésta siguió a lo suyo!

Otra opción es la distancia: acercarte mucho (si es que el pájaro lo permite) te ofrece un mayor detalle, y puedes pasar horas haciendo zoom para ver cada detallito de las plumas
(esta foto la tomé a apenas 4 metros sin camuflaje alguno, es que esta martina es única!)

Pero también puedes usar menos zoom: este macho estaba descansando en lo alto de un árbol en un ambiente de lo más primaveral, y demuestra que los martines no solo viven en posaderos a la orilla


¡Tú pones tus propios límites! Si hay un obstáculo entre el martín y tú, conviértelo en una ventaja.
Esta valla sirve como marco natural: desde luego conseguirás que tu foto no sea "convencional", que hoy en día no es fácil 

Los comportamientos únicos y la naturalidad añaden un plus que la perfección técnica no da. Por ejemplo, aquí ves a la martina sosteniendo un cangrejo de río de tamaño familiar, a punto de llevarlo al nido. Lo sorprendente es que el cangrejo es el autóctono, y es de las primeras citas de martín cebando pollos con cangrejo

No hay nada más satisfactorio que presenciar la vida diaria del martín. Los apareamientos duran apenas 10 segundos, pero tuve la suerte de ser testigo de uno, y fue una alegría poder ver cómo la familia de martines se perpetúa: el ciclo de la vida  

Tener dos martines en encuadre es como ganar dos loterías a la vez, raras veces son tan colaboradores

El martín no vive sólo posado: es un potente volador, llegando a alcanzar los 70 kmh (Eastman, 1969)
Y de verdad, 70 km/h en un pajarillo del tamaño de un gorrión ¡es muuy rápido! Congelarlo en vuelo es dificilísimo, pero a mí lo que mejor resultado me da es preenfocar un punto por el que sospecho que puede pasar, poner poco zoom, un diafragma cerrado para profundidad de campo (tipo f.10) y la velocidad más alta que pueda (1/2000)... y esperar a que haya suerte

Otra opción es apuntarlo fijamente y esperar a que despegue.
¡Ojo, peligro de desesperación! Puede que pase 10 minutos sin mover una pluma y que en cuanto bajes la cámara, haga el más espectacular despegue... ¡de hecho, es altamente probable! Al menos a mí siempre me lo hacen

Los picados son ya una ciencia en sí mismos... es cuestión de disparar la ametralladora y que una de cada 1000 salga algo. 

Fotografiar la zambullida es lo más difícil: la única opción es enfocar un punto al azar del agua donde creas que pueda pescar, ráfaga y cruzar los dedos. El 99% son carne de papelera de reciclaje, pero cuando queda una, el subidón es importante

Si pones menos zoom, podrás combinar las fotos de la ráfaga para ilustrar el proceso entero

Y sin embargo, de todos los miles de fotos de martines que habré hecho, con la que me quedo es con la primera que hice de todas, hace ya años:
Y es que lo tenía todo: luz, distancia, individuo (no todos los martines son iguales ni mucho menos) y sobre todo la experiencia: para mí, el martín era un mito de la guía de aves. Estar con él, verlo con mis propios ojos, me cambió la vida, y desde esa mañana de invierno, no pasa un día que no pìense en mis queridos martines

Pues nada, esto es todo por ahora... tanto si eres un experto fotógrafo martinil o si no has visto todavía el primero, ¡disfruta de las emociones que esta joya te va a regalar!